Artistas: Jorge Caterbetti
En esta obra, las páginas de los ejemplares publicados entre 1952 y
2002 del diario jurídico "La Ley" fueron transformadas en papel picado
y embotelladas para ser expuestas en estantes de bibliotecas
especialmente construidas. La palabra bodega del título indica una
asociación con el placer: una bodega es el lugar donde los vinos
predilectos se guardan para saborearlos en una ocasión especial. La
biblioteca de Caterbetti recuerda las imponentes bibliotecas en los
bufetes de abogados, exhibiendo de manera impecable y ordenada una
disposición de volúmenes en cuyas páginas, se presume, se encuentra la
verdad.
Todas las palabras y sentencias contenidas en dichos periódicos fueron
trituradas y embotelladas. Las frases y capítulos que constituyen el
cuerpo de la ley humana y que se argumentan para condenar o condonar,
en esta obra no son otra cosa que papel picado. Y ello incluye la
autoridad de aquellos que hacen la ley, la que una vez aplicada podrá
cambiar vidas humanas para siempre.
Partiendo de su formación de abogado y con herramientas de artista,
Caterbetti expresa con cínica convicción que la incuestionabilidad de
la ley es sólo una ilusión, y lo demuestra al triturarla en un acto de
vandalismo poético.
Caterbetti ve al derecho como un cuerpo de pensamiento que se manipula
para beneficiar sólo a unos pocos, mientras que, despojado de todo
matiz, se torna implacable con la mayoría. Al hacerlo, nos recuerda que
el derecho pierde todo sentido cuando se enfrenta a una verdad
irrefutable: que todos somos iguales cuando nos enfrentamos a la
muerte, pero no a la justicia.
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Primera Bodega Jurisprudencial
2002
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